Los hábitos de un buen conductor ¿Los tienes?

¿Tienes las aptitudes de un buen conductor? ¿Cuáles son las normativas más importantes que deben cumplir?

¿Sabes qué implica ser un buen conductor?

Si pensaste de inmediato en el famoso Toretto de la película Rápidos y Furiosos, estás muy equivocado/a: no es el que maneja más rápido, ni el que hace maniobras peligrosas en las vías.

En la vida real, conducir un vehículo es una gran responsabilidad. Conlleva sacrificios y decisiones clave, que pueden marcar la diferencia entre un viaje seguro y uno accidentado o incluso, la muerte.

Es por ello que nunca se debe tomar a la ligera cada vez que estamos frente al volante. Debemos tratar de cumplir con las normas y reglamentos de tránsito sin excepciones, y esto nos permitirá movilizarnos de manera segura a todos los ocupantes del vehículo, otros conductores y peatones.

¿Te consideras buen/a conductor/a?

Al contrario de lo que se podría pensar, las personas que llevan mucho tiempo conduciendo generalmente desarrollan algunos malos hábitos que se han normalizado, y que los alejan de las normas y la ley. Por eso, te invitamos a comparar tu comportamiento actual con los que nombramos a continuación.

Revisa si tienes las aptitudes que todo buen conductor debe poseer:

  • Inspeccionar el vehículo antes de emprender el viaje: No sólo cuando vas a realizar un viaje largo debes hacer una revisión general del vehículo. Cada vez que vayas a conducir, deberías chequear aspectos puntuales como: estado de las ruedas, nivel de líquidos, observar si hay manchas que indiquen fugas, etc.
  • Control de emociones: Un buen conductor nunca deja que sus emociones marquen sus acciones, sin importar cuán intensas puedan llegar a ser. Muchas veces nos enfrentamos a situaciones complicadas en la calle, que nos producen estrés, ira o nerviosismo. Sin embargo, es imprescindible controlarse porque no queremos cometer errores que nos cuesten muy caro.
  • Respetar las señales de tránsito y los semáforos: Aún cuando no hay cámaras o nadie nos está observando, debemos respetar las señales de tránsito y los semáforos. No sabemos en qué momento aparecerá un obstáculo de la nada y no tendremos espacio o tiempo para maniobrar. Además, cumpliendo la ley evitarás multas e infracciones de tránsito que afectarán tu récord.
  • Concentración: Cuando el conductor está frente al volante, su atención plena debe estar en el camino. Esto significa evitar distracciones comunes como: mandar textos con el celular, comer, maquillarse, buscar un objeto perdido en la cabina, cambiar las estaciones de radio o música, etc.
  • Posición de las manos en el volante: Los conductores experimentados pueden llegar a optar por conducir con una sola mano, con las manos en la parte inferior del volante o girar con las dos manos del mismo lado. Todos estos malos hábitos reducen la capacidad de maniobrar en caso de una emergencia. Es por esto que el conductor responsable mantiene ambas manos en el volante, en una posición de manecillas del reloj de 10:10 o 9:15.
  • Respetar los límites de velocidad: Siempre se nos presentarán situaciones en las que vamos llegando tarde a una reunión, o queremos llegar rápido a casa después de un largo día en la oficina. Así, tenemos la tentación de aumentar la velocidad. Sin embargo, no sólo nos podríamos ganar una papeleta, sino que, al ir muy rápido, tenemos menor tiempo de respuesta en caso de que se presente un obstáculo o contratiempo en la vía. Además, el vehículo consumirá mucha más gasolina, impactando nuestro presupuesto mensual.
  • Tolerancia: ¡La llamada “ira del conductor” es algo real! Se trata de situaciones en las que el conductor tiene reacciones agresivas y hostiles cuando maneja. Un buen conductor tiene paciencia hacia otros conductores, ciclistas, motociclistas, peatones, y en vez de enojarse, tiene una actitud de tolerancia y colaboración.
  • Indicar los movimientos: ¿Te has topado con conductores que toman las señales para girar, estacionarse o cambiar de carril como una sugerencia? Es muy peligroso olvidarse de indicar con las luces nuestros movimientos, ya que los otros autos no podrán anticiparse y reaccionar con tiempo, generando posibles colisiones.
  • Dar paso: El conseguir incorporarse a una vía a veces resulta casi imposible y frustrante. A algunos les parece divertido o una suerte de competencia ver cuántos autos ignoran la señal de un vehículo que quiere pasarse de carril y le niegan la oportunidad. Un buen conductor se pone en el lugar del otro y otorga el paso.
  • Mantenimiento: Los vehículos que se dañan en el medio de la carretera generan grandes congestiones, molestias y estrés para todos los involucrados. El conductor responsable agenda los mantenimientos preventivos con suficiente tiempo y acude a las revisiones cuando sea necesario. Hacer esto no sólo garantiza el buen funcionamiento del automotor, sino que otorga tranquilidad a los pasajeros y alarga la vida útil del auto.

Sigue estos consejos y nunca tendrás problemas manejando y reducirás notablemente los riesgos de accidentes. Demostrar que cuentas con las aptitudes de un buen conductor será un gran ejemplo para tus familia, amigos y comunidad.

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