A pesar de que a veces se habla de ellos como sinónimos, la alineación y el balanceo de las llantas son procedimientos totalmente distintos que se pueden llevar a cabo de manera preventiva o correctiva, dependiendo del caso.
El principal objetivo de la alineación y el balanceo de las llantas es lograr que el vehículo pueda avanzar en línea recta y sin problemas que puedan dificultar la conducción o producir daños materiales en tu carro.
Pero ¿cómo identificarlos? ¿En qué momento conviene hacer la alineación y balanceo de las llantas? Descúbrelo a continuación.
La alineación de llantas, también conocida como alineamiento de la suspensión, es el proceso que consiste en colocar correctamente los neumáticos, ajustando sus ángulos según las especificaciones del fabricante, es decir, paralelos entre ellos y perpendiculares al piso.
Tener las llantas bien alineadas es fundamental para tener una buena experiencia de conducción, por eso se recomienda hacerlo cada 10,000 Km o dos veces al año. Algunas de las ventajas de realizar esta mantención a tiempo son:
La primera indicación que debes seguir es la que diga el manual de tu auto. Si no lo tienes, toma como referencia los 10,000 Km, que suele ser una medida estándar bastante certera.
Asimismo, algunas pistas que podrían indicar que tu carro necesita alineamiento son:
El balanceo, por otro lado, permite ajustar el peso de las llantas para que estas giren sin producir vibraciones a determinadas velocidades, ya que pueden generar un desgaste excesivo de las mismas, además de daños en la suspensión y otras fallas derivadas de este desajuste.
Cuando acudes a un servicio de balanceo de llantas, el técnico especializado lo montará en una máquina equilibradora, que permite medir qué tan desbalanceadas están con el fin de restaurar su equilibrio mediante la instalación de unos contrapesos.
La mejor prueba para conocer si las llantas necesitan un balanceo es conducir a una velocidad moderadamente alta y analizar cualquier vibración extraña en el volante, en el tablero del volante o incluso en los asientos.
Otras pistas que anuncian que llegó el momento para hacer este ajuste son:
Finalmente, se recomienda que tanto la alineación como el balanceo se hagan en los cuatro ejes de las llantas y que no pases de los 10,000 Km sin hacerlo. Incluso, si el uso que le das a tu vehículo es más intenso, considera realizarlo 2 veces al año como mínimo y evita así un mayor desgaste de los distintos elementos del vehículo.
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